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martes, 29 de julio de 2008

NO AL ABUSO INFANTIL.!!

YA BASTA DE TANTO ABUSO CONTRA EL MENOR.!


www.Tu.tv

sábado, 26 de julio de 2008

¿destruir? de Jorge...

pues si...
destruimos...
algunos mitos...
destruimos la apatía...
el protagonismo...
la espera estéril...
destruimos la mala imagen de CRM...
destruimos los intereses malsanos...
destruimos la malayerba... (de la Fuente)
destruimos un arbol seco y muerto...
destruimos el deseo de ser reconocido...
cuando se trata de algo voluntario...
destruimos la orden...
de "no hagan nada..."
destruimos la tristeza y soledad...
destruimos un circulo vicioso...
destruimos el ciclo insensato...
destruimos la conformidad...
porque el confort...
y la resignación...
hacen daño, a veces, a las instituciones...
¿tu crees que a Miguel Angel...
(al quitar pedazos a una roca...)
le dirian que la estaba destruyendo...?
al final todos sabemos cual fue el resultado...
para remodelar...
para crear...
y recreear...
a veces se tiene que "destruir"...

o tu ¿que opinas...?

¿que dicen los demás...?

los 172...

miércoles, 23 de julio de 2008

Cortometraje 066

servicios... 065... trabajando...


www.Tu.tv

lunes, 14 de julio de 2008

La noche es larga

La voz a través del radio indica una emergencia. Rompe la calma de la Sala de Guardia de los Paramédicos de la Cruz Roja Mexicana. La instrucción es recoger a una persona que fue salvajemente golpeada en una colonia de la periferia.

El Comandante en ese momento da la orden al Subcomandante conocido como “Sierra” y al Jefe de Transporte, a quien llaman “Omega” –claves con las que son identificados- para que acudan a realizar el servicio.

Abordan una de las siete ambulancias con las que cuenta la benemérita institución. Atrás de ellos, el paramédico que conducirá el camión de rescate también se prepara para escoltarlos. Para “Sierra” y “Omega”, ésta era una noche de un jueves hasta cierto punto tranquila, ya que a esa hora –las 12- fue el primer llamado. Por lo general, los fines de semana se presentan más casos.

Las torretas de ambos vehículos son encendidas y el sonido de la sirena inunda el ambiente sombrío de las calles. Las pocas unidades en circulación brindan el paso a la ambulancia y a su escolta. El jefe de servicio que acompaña a “Sierra” y “Omega”, certifica la presencia de las mochilas que contienen el equipo básico de inmovilización, de trauma y de vías aéreas para dar la asistencia médica al herido.

“Omega” en esta ocasión es el operador de la ambulancia y a su lado está “Sierra”, quien pensativo observa todo a su alrededor. Parece que fue ayer cuando a la edad de 14 años llegó a la Cruz Roja, acompañado por “Omega” de entonces 13 años y “Bilis” –otro compañero de la Escuela Secundaria Número 54 con una edad similar a la de ellos-.

Fue por invitación del papá de otro paramédico como llegaron hace diez años ahí. Este señor era socorrista (ya casi no quedan socorristas, ahora son Paramédicos, porque están certificados como Técnicos en Urgencias Médicas y por los múltiples cursos de capacitación que reciben)

y tenía un equipo de futbol donde también participaban. Él los invitó a entrar al Comité de Juventud de la Cruz Roja –aquí iniciaba el proceso de formación de los socorristas en aquel tiempo- donde se estableció el inicio de su labor al servicio de sus semejantes.

“Sierra” por el rabillo del ojo observa cómo “Omega” está concentrado en el camino y no puede dejar de preguntarle:

-¿Recuerdas cómo empezó todo?

“Omega” asiente moviendo su cabeza y le contesta con una pregunta:

-¿Qué crees que fue lo que nos hizo quedarnos e insistir en estar aquí, pese a que hasta nos corrían los entonces socorristas, disque porque éramos aún adolescentes?

El Subcomandante medita y recuerda cómo después de que llegaron al Comité de Juventud, nunca dejaron de acudir a la institución. Estudiaban por la mañana la secundaria, -lo mismo sucedió cuando estaban en la preparatoria-, hacían sus tareas en equipo y en la tarde antes de que cayera la noche, ya estaban ahí, “sentadillos” en una banca, viendo con ojos azorados cómo los socorristas se movilizaban ante el llamado de auxilio a la central.

Deja sus pensamientos y luego de meditar la pregunta, contesta:

-Fue porque nos empezó a gustar el ayudar a los demás, dice al tiempo que agrega, es que era y es como estar en casa o ir al club, donde están tus verdaderos amigos, mismos que te comprenden porque traen el mismo rollo.

“Omega” atento al camino, ríe y luego platica: -

¿Te acuerdas cuando yo tenía 16 años y a escondidas tomé la ambulancia que provocó que el comandante nos diera a todos una sonora regañada?.

Y efectivamente, “Sierra” no lo olvida. Como para subirse a una ambulancia es necesario un seguro de vida, sus superiores no tenían más que regañarlos. Es que para ellos en su edad de adolescentes, el estar ahí, ya se había convertido en una especie de vicio, que aún lo es a los 23 años de “Omega” y 24 de “Sierra”.

El Subcomandante contesta a la pregunta de “Omega”

-Sí, pero lo que nunca olvido es cuando para poder entrar al Curso de Socorristas, la delegación de ese tiempo solicitaba que tuviéramos 15 años y fue por eso que falsificamos nuestras actas de nacimiento y así por los tres meses que duró la capacitación, pudimos subirnos a la ambulancia sin problemas.

Pero al tiempo que avanzaban en edad y tomaban el curso de técnicos en Urgencias Médicas, “Sierra” logró terminar la Licenciatura en Comunicación y “Omega” se graduó como enfermero.

De pronto, “Omega” hizo virar la unidad al costado izquierdo del camino, el ulular de la ambulancia llamaba la atención de los pocos conductores que transitaban a esa hora. De un carro estacionado a la orilla del camino, una persona baja y hace señas que indican desesperación, los paramédicos en la ambulancia se percatan de eso y se detienen, luego comprenden que en ese vehículo va la persona golpeada.

Inmediatamente los paramédicos descienden de la ambulancia con camilla y mochilas en mano. Las personas que van en el vehículo bajan por solicitud de éstos. Luego los familiares son cuestionados para saber cómo ocurrieron los hechos y poder establecer el protocolo de atención al herido o también conocido como el AVC, -A, abrir vías aéreas; V, Ventilación y C, Circulación, son los pasos que se siguen al pie de la letra para salvar a un paciente-.

El herido se encuentra en la parte trasera de la unidad, no se puede mover, por esa razón, al conteo de uno, dos, tres, fue necesario cargar al paciente para meter entre su cuerpo la camilla rígida –conocida también como tabla- para poderlo sacar.

De la mochila de vías aéreas empiezan a sacar tubos endotraqueales y nasotraqueales así como el aspirador con cánulas de aspiración para brindarle respiración al paciente. Del botiquín de trauma, ya estaban listos los apósitos, gasas, collarín y soluciones diversas para auxiliarlo.

El lesionado es subido a la ambulancia y transportado velozmente a la benemérita institución para su atención. La sirena es encendida y por el radio, “Sierra” explica a su central:

-Indique médico, persona policontundida a punto de entrar en shock.

El paciente está cubierto de sangre y los paramédicos sudorosos continúan con las maniobras para lograr la estabilidad del paciente. La prisa con la que avanza el vehículo les impide moverse. “Sierra” sin perder el equilibrio se acerca a la cara del paciente para constatar que respira y que aunque irregular, el herido tiene pulso y se tranquiliza.

La ambulancia frena bruscamente ante un auto que no escuchó la sirena y luego continúa su camino. Con una mano en el volante y otra sujetando el radio, “Omega” reporta:

-Estamos llegando, central, mándenme apoyo a la rampa...

Llega la ambulancia haciendo un formidable giro para quedar con la parte trasera hacia una puerta que se abre, todos bajan de inmediato, el paramédico no ha dejado de prestar los auxilios al paciente. A cinco metros de distancia, tres batas largas y tres cofias esperan. Ante un esfuerzo de los paramédicos, el paciente es colocado en la camilla móvil y dejado en las manos de los médicos.

Más tarde, “Sierra” mientras se masajea sus brazos acalambrados del esfuerzo realizado durante sus labores de auxilio, comunica a “Omega” que los médicos lograron estabilizar al paciente y ante la noticia “Omega” se alegra.

“Sierra” camina hacia un mesa banco donde “Omega” sentado plácidamente saborea un café. Éste sonríe y le dice, “también hay para ti, anda, tómate uno, pues recuerda que la noche es larga...”.

jueves, 10 de julio de 2008

Revista de Cruz Roja junio 1972


Revista hecha en papel cuché, grueso, contiene varios artículos, en este vemos la celebración del Primer Día del Socorrista, tiene fecha del 25 de junio por ser el día del evento.
Contiene además otros artículos de juventud, veteranos, otros temas como "El metro", un texto cultural sobre "Vasconcelos"


martes, 8 de julio de 2008

sobre el valor de mi camisola

Apenas terminé de leer tu entrada Samia, y me acordé de la vez que en la delegación local decidieron hacer partícipes a los miembros del municipio de nuestra Institución.

Con el lema de "ponte la camiseta" al inicio de la colecta se la pusieron (la DE SERVICIO) el presidente de la delegación local, el presidente municipal y un par de achichintles de esos que siempre van en las giras políticas y demás.

¡Casi me da un infarto! yo me gané con sangre, sudor y lágrimas mi uniforme. Literalmente.  JAMÁS lo he usado indiscriminadamente por que sé lo que vale y lo que cuesta...

Portemos nuestra camisola con orgullo compañer@s, nos la hemos ganado...

lunes, 7 de julio de 2008

EL VALOR DE UNA CAMISOLA

Se me pidió que les expresara unas palabras y no sabia que decirles, fui a comprar mi camisola y llegue a mi casa y como todos, sentí la imperiosa necesidad de probármela y en ese momento recibí un comentario por parte de mi madre, y que dice "oye que bonita esta tu camisola", y yo pensé, no mi camisola no nada mas es bonita, tiene tantas cosas metidas, tantas cosas, que es hermosa, no lo pude expresar en ese momento y de ahí nace esta idea de que es lo que les podría decir yo a ustedes y fue un intento de analogía que esta titulada "de que están hechos nuestros uniformes"; nuestro uniforme no es cualquier uniforme, es un uniforme forjado a través de 390 días, al borde de muchos mares de sentimientos y lagrimas, pues claro lo que con mucho trabajo se obtiene mas se ama, es una camisola que esta hecha con los materiales mas fuertes, los materiales de la humildad, la disciplina, la fortaleza, la honestidad, la paciencia y la perseverancia, y no obstante también esta hecha por las manos de aquellos que siempre nos guiaron por el mejor de los caminos, a través de constancias y exigencias, es un uniforme hecho por perfeccionistas crédulos de la instrucción con mucho talento y sensatez, no son para cualquiera, muchos se quedaron a la mitad del camino y nunca se terminaron de labrar su uniforme, por lo tanto hoy los que lo portamos sabemos que son únicos, y por eso lo valoramos, este uniforme fue diseñado con la comprensión y estilo necesario para que una vez extraído de esta fabrica cumpla la función mas importante, formar una imagen y una personalidad a quien
lo porta, es un uniforme de gran entendimiento ya que por si solo, goza de prudencia y obediencia y que con una buena imagen, refleja la esperanza de cada día, al portarlos somos representantes de esta nuestra casa la cruz roja mexicana, ser de la cruz roja es un estilo de vida, que no necesita un uniforme para pertenecer, pues al final, aquel que goza el privilegio de portarlo nunca se lo vuelve a quitar, y esto es algo que se queda clavado en el corazón, estos uniformes especiales son solo para aquel que decida tener la mejor de las armas, la del conocimiento, la razón y la capacitación, que son los mejores utensilios para cumplir las funciones de cada día, ya con sabiduría y responsabilidad salimos como TUM's básicos e intermedios y con todas aquellas responsabilidades que esto representa y este es el factor mas importante, la responsabilidad de representar una institución como asociados y aplicar lo que hemos aprendido en el área prehospitalaria y sobre todo lo que hemos aprendido como seres humanos en la vida real, me podría extender horas hablando de cómo fue el proceso desde soñar ser TUM hasta estar el día de hoy con ustedes, muchas felicidades compañeros, intermedios, familiares, e instructores.

DESEO QUE PUDIERAN VER

Deseo que pudieran ver la tristeza de un comerciante observando el trabajo de una vida consumirse en llamas, o aquella familia que regresa a su hogar, solo para encontrar su casa y pertenencias dañadas o destruidas de una vez y para siempre.

Deseo que supieran lo que es buscar a un niño atrapado dentro de un dormitorio en llamas, con flamas enrollándose sobre sus cabezas, las palmas de sus manos y sus rodillas quemándose mientras se arrastran, el piso bajo ustedes crujiendo mientras la cocina debajo se incendia.

Deseo que pudieran entender el horror de una esposa a las tres de la madrugada mientras evaluó a su esposo de cuarenta años de edad, sin encontrar su pulso. Comienzo RCP de toas las formas, esperando a traerlo de regreso, aun cuando se desde mis entrañas que es tarde; dejando saber a su esposa e hijos que se hizo todo lo posible para intentar salvar su vida.

Deseo que pudieran conocer el particular aroma del protector térmico en las paredes, el sabor del hollín en sus gargantas, sentir el calor intenso que traspasa el equipo protector, el sonido de llamas crujientes, la desesperación por ser incapaz de ver a través de la densidad del humo; sensaciones a las que me he acostumbrado.

Deseo que pudieran comprender lo que se siente levantarse temprano para partir al trabajo después de haber pasado casi toda la noche, mojado y con calor, atendiendo una llamada de incendio.

Deseo que pudieran leer mis pensamientos mientras acudo a un edificio en llamas “¿es falsa alarma o un incendio realmente?, ¿Cómo esta construido el edificio?, ¿Qué peligros me esperan?, ¿acaso hay alguien atrapado…? O en caso de llamada al SMU ¿Qué pudo haberle pasado al lesionado?, ¿se trata de algo sin mayor importancia o compromete su vida?, ¿la persona que llamo realmente me necesita o me espera con un arma en sus manos…?

Deseo que pudieran estar en la sala de urgencias mientras el medico diagnostica muerte cerebral a una hermosa niña de cinco años a quien trataste de salvar durante veinticinco largos minutos. No tendrá su primer novio y no podrá decirle a su madre que la quiere jamás.

Deseo que pudieran experimentar la frustración que siento en la cabina de una maquina de bomberos o de mi propio vehiculo, con el pedal a fondo y mi mano haciendo sonar el cuerno de alarma una y otra vez en el trafico intenso o cuando no nos permitiste el paso y perdimos la salida del camino que nos llevaría a nuestro destino… Sin embargo, cuando nos necesitas, el primer comentario a nuestra llegada es “¡tardaron una eternidad!”

Deseo que pudieran conocer mis pensamientos mientras ayudo en la extracción de un adolescente dentro de los restos inservibles de su automóvil “¿Qué pasaría si fuera mi hermana, mi amigo o mi novia?, ¿que reacción tendrán sus padres cuando un policía, sombrero en mano toque a su puerta?”

Deseo que pudieran saber lo que se siente entrar a casa y saludar a mis familiares y no tener forma de decirles que por poco no la cuento en mi último servicio…

Deseo que conocieran el dolor que se siente cuando alguien, de manera verbal o física, abusa de nosotros o menosprecia nuestro trabajo, mientras expresa su actitud de “eso nunca me pasara a mí…”

Deseo que se dieran cuenta de la fatiga física y emocional o de las comidas perdidas, de la perdida de horas de sueño o de actividades sociales, sumados a toda esa tragedia que mis ojos han presenciado.

Deseo que conocieran la satisfacción de saber que se ha ayudado a salvar una vida o de preservar los bienes materiales de un desconocido, o de estar ahí en los momentos de crisis, de crear orden dentro de un caos total.

Deseo que pudieran entender lo que se siente tener a un pequeño preguntando por el bienestar de su madre, sin ser capaz de mirarlo a los ojos, con lagrimas propias y sin saber que responder o el detener a un sujeto mientras se le brinda respiración de rescate a su amigo de toda la vida, y es llevado de su lado dentro de una ambulancia. Sabes que no llevaba su cinturón de seguridad puesto…

Al menos que hayan vivido este tipo de vida, nunca podrán entender o apreciar realmente lo que soy, lo que somos o lo que nuestro trabajo realmente significa para nosotros…

CUANDO EL SEÑOR HIZO A LOS PARAMEDICOS

Cuando Dios hizo a los paramédicos, estaba en su sexto día de trabajo, cuando un Ángel apareció y dijo:

“Estas haciendo demasiado esfuerzo para esta creación”

Y el Señor le dijo: ¿Has visto las especificaciones para este modelo? Un paramédico, debe ser capaz de llevar a un lesionado por una colina húmeda y boscosa, aun en la oscuridad, sortear balas perdidas para llegar hasta un niño moribundo y desalmado, entrar a casas que un inspector de sanidad ni siquiera tocaría, y todo esto sin dañar su uniforme. Debe ser capaz de levantar tres veces su propio peso, introducirse dentro de autos destrozados sin suficiente espacio para moverse y sin mas equipo que unas tijeras y una lámpara, y controlar a una angustiada madre mientras realiza RCP a un bebe que el sabe que jamás volverá a respirar; deberá estar siempre al tope de sus condiciones mentales, corriendo entre la vigilia, trabajando sin dormir y alimentándose de café negro, cigarro y comidas a medio consumir. Y deberá tener seis pares de manos.

El Ángel movió la cabeza y dijo: “Seis pares de manos ¡Imposible!”

Y el Señor le dijo: “No son las manos lo que me esta causando problemas, sino los tres pares de ojos que deberá tener” “¿Esto para el modelo estándar?” Pregunto el Ángel

El Señor movió la cabeza, “Un par de ojos para ver las heridas abiertas, por donde emana la sangre y preguntarse si el paciente es seropositivo cuando el ya lo sabe y desea haber tomado aquel trabajo de contador, para obtener los signos vitales y síntomas y purgar las soluciones que se le van ha administrar; otro par de ojos al lado de su cabeza para cuidar la seguridad de sus compañeros y el otro al frente para ayudarle en la atención del paciente, mientras le asegura que estará bien aunque el sepa que no es así”.

“Señor…” Dijo el Ángel, tocando su hombro, “descansa y trabaja en esto el día de mañana”

“No puedo” Dijo el señor, “ya tengo un modelo que podrá conversar con conductores drogados o ebrios de 125 Kg. de peso sin crear un incidente y alimentar a una familia de cinco con el cheque de servicios privados”

El Ángel observo detenidamente el modelo del paramédico y pregunto “¿puedo pensar?”

“Por supuesto que si” dijo el Señor “Puede darte los síntomas de cien enfermedades diferentes, recetar dosis de medicamentos dormido, intubar, desfribilar y pasar medicamentos y mantener el RCP continuo en situaciones que cualquier medico dudaría… y aun así mantener su sentido del humor”.

“Este modelo tiene un autocontrol fenomenal: puede batallar con un paciente politraumatizado, manejar un incidente con múltiples lesionados, convencer a un anciano para que abra la puerta de su casa, confortar a la familia de una victima de asesinato, y leer al día siguiente en el periódico como unos paramédicos no fueron capaces de localizar rápidamente la casa de una persona y dejaron que muriera. Una casa, de la que no dieron numero, ni cruce, ni teléfono para volver a llamar”.

Finalmente, el Ángel se inclino paso su dedo sobre la mejilla del paramédico y dijo: “tiene una fuga… te dije que estabas tratando de poner demasiadas cosas dentro de este modelo”

“Esto no es una fuga”, dijo el Señor, “es una lagrima”

“Y ¿para que sirve?”, pregunto el Ángel

“Es una manifestación de emociones guardadas, para los pacientes que en vano trato de salvar y por la esperanza de que ellos pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte de una persona… Es por la vida que se va”

“¡Eres un genio!”, dijo el Ángel

El Señor pareció sorprendido y dijo: “Pero yo no la puse ahí”

confesion a mis padres

Mi labor es muy modesta y ustedes lo saben, no me da nada para vivir, pero dentro de sus modestias tiene muchas satisfacciones, aunque somos los desadaptados de la sociedad.

Sociedad que tanto nos necesita y que tan mal nos trata, (bueno no toda). Pero créanme me da gusto servir a los demás, me siento importante cuando ayudo salvando una vida, sin importar la raza, el color o posición social, esto es una satisfacción que no se tiene en otro lugar.

Aunque a veces nuestra labor es muy ingrata a la vista de los demás, la gente nos insulta por llegar tarde (no saben que quizá un conductor no cedió el paso a la ambulancia), impidiendo llegar a tiempo para realizar nuestra labor, culpan sin preguntar, sin comprender el momento de desesperación vivido.

La gente nos humilla, cuando nos ofrece una dadiva y si aceptamos nos llama deshonestos. En fin estoy en esto… Pero quiero decirles que cuando salgo de casa y les doy un beso de despedida, quizá sea el ultimo, mi labor esta llena de riesgos constantes en donde va de por medio la vida misma.

Por eso también pido ese beso de bienvenida, Dios quiera y no sea el ultimo que yo les de, si así fuera será porque habré entregado mi vida en aras de esta ingrata sociedad que tanto nos exige y a veces es incapaz de darnos las gracias con lo cual nos anima y motiva a seguir adelante ayudando a los demás. No se si volveré a verlos ni a besarlos pues soy PARAMEDICO y mi compromiso es y será ayudar cuando alguien lo necesite.

Perdónenme si a veces no llego a casa temprano como ustedes quisieran, es por que en esta ingrata pero emocionante labor no tenemos horario. Lo siendo de veras. Nosotros nunca decidimos cuando alguien nos necesita, quisiera estar siempre al lado suyo sonriendo, platicando, conviviendo con la familia, sin embargo me conformo con verlos tan solo un rato, de todos modos siempre pienso en ustedes. Nunca los olvido… Siempre están conmigo.

Perdónenme me gusta ser PARAMEDICO y lucho siempre al lado de mis compañeros para estar de pie y no caer cuando nos insultan, no importa que todos nos ataquen o que nos acusen, si supieran padres con que clase de gentes tenemos que tratar (drogadictos, alcohólicos, pobres, ricos), algunos de ellos irrespetuosos y agresivos, nosotros tenemos que tratarlos bien.

¡Demonios! Esto es lo que ¡si que lastima!

¡Que no se den cuenta de que nosotros también somos seres humanos! Y que estamos obligados a aguantarles.

Pero… esa es mi labor y me gusta, tendrá que continuar…

TODO POR QUE SOY PARAMEDICO

de Jorge Amelco Miranda

FALTA MUCHO POR RECORRER... MUCHO POR OLVIDAR...
HURACAN GILBERTO...
HURACAN PAULINA...
GRANDES EMPRESAS DONANDO MILES DE PESOS...

MI CASO UNA EMPRESA (varta) DE PILAS O COMO TAMBIEN SE LE CONOCE BATERIAS DONO CIENTOS DE LAMPARAS SORDAS...
PILAS Y BATERIAS DE TODOS LOS TAMAÑOS...
CREEN QUE ESO LLEGO A LOS QUE LO NECESITABAN...?
PUES NO, FUE A PARAR ALAS TLAPALERIAS Y TIANGUIS DEL RUMBO...
SE QUE MENCIONAR ESTO SIN PRUEBAS ES VACIO...
PERO DA CORAJE SE LLENAN TUS IDEALES DE INDIGNACIÓN...
NO MENCIONO DELEGACIÓN NI DIRECTIVO...
TAN SOLO DE RECORDAR... ME DA TRISTEZA...

PREFIERO QUEDARME CON EL RECUERDO DE LO SIGUIENTE...

EN UNO DE ESOS DOS HURACANES YA NI RECUERDO CUAL...
EL QUE MAS AFECTO A CHIAPAS...
EL ESCENARIO...
LA SIERRA LACANDONA...
CORRIENDO POR UN SENDERO DE LODO CON UN BEBÉ EN BRAZOS...
DANDO RESPIRACIÓN DE BOCA A BOCA...
EL PEDRE DEL PEQUEÑO CORRE DELANTE DE MI...
CON LAMPARA Y ANTORCHA ME VA GUIANDO...
DESPUES DE UN TIEMPO QUE SE ME HIZO ETERNO...
LLEGAMOS AL HOSPITAL RURAL...
ENTREGO AL MEDICO EL CUERPECITO INERTE...
MIS BRAZOS ADORMECIDOS ADOLORIDOS...
A PESAR QUE TODO EL TRAYECTO LLOVÍA...
ME ARDEN LOS OJOS POR EL SUDOR...
ESTOY EXAHUSTO...
CAIGO RENDIDO EN UNA SILLA...
DESPUES, POCO ANTES DE TERMINAR EL OPERATIVO...
DE CARGAR DESPENSAS... VADEAR ENTRE AGUAS LODOSAS...
REPLETAS DE COCODRILOS... Y DE VIBORAS QUE BUSCAN SU REFUGIO...
EL PADRE DE AQUEL BEBE...
LLEGA A DESPEDIRSE...
EL BEBE SE SALVÓ...
ME AGRADECE LO QUE HIZE...

YO SOLO SONRIO...
ME ABRAZA Y ME DA UN FUERTE APRETON DE MANOS...
VEO REFLEJO EN SUS OJOS ARRASADOS POR LAS LAGRIMAS...

Y NO SOLO LAS DE ÉL...
ME OBSEQUIA...
EL FAJERITO DEL BEBE...
QUE SEGUN SUPE DESPUES...
TIENE UN SIGNIFICADO MUY ESPECIAL...
TESORO INVALUABLE...

EN AQUEL ENTONCES...
SABEN QUE PENSE...
QUE AHORA SÍ, PODÍA MORIR MAÑANA...

QUE TONTO...
ES ALGO INEXPLICABLE...
UNA SENSACIÓN...
TAN VACIA...
Y A LA VEZ TAN PLENA...
¿POR QUE YO...?
¿POR QUE TENIA QUE ESTAR AHÍ...?

AHORA, USTEDES COMO YO SABEMOS QUE...
DE NO HABER SIDO YO...
HUBIERA SIDO CUALQUIERA DE MIS HERMANOS...

CLARO QUE HE PERDIDO VIDAS EN MIS MANOS...
Y TAMBIEN ES UNA EMOCIÓN MUY FUERTE...
DE POLO A POLO...
DE EXTREMO A EXTREMO...
COMO EL AYUDAR A TRAER UNA VIDA A ESTE MUNDO...
NADA SE COMPARA A ESOS EXTREMOS...
NADA NOS PREPARA...

Y CUANDO ESO PASA SOLO TE CONCENTRAS...
LO INTENTAS... LO HACES...
PARA QUE DESPUES ALGUNOS PIENSEN...
QUE ERES UN CARNICERO...
QUE NO TIENES SENTIMIENTOS...
UN INSENSIBLE...
QUE SOLO BUSCAS LA EMOCIÓN FACIL...
Y LA DESCARGA DE ADRENALINA...

LO TRISTE ES QUE EN UN PAPEL BLANCO...
SE NOTA MAS LA MANCHITA...
QUE LA PUREZA Y LA LIMPIEZA...
POR UNO PAGAMOS TODOS...
NO SE JUZGA A UNA PERSONA...
SE CULPA A UNA INSTITUCION, AL GRUPO, A LOS DEMAS...

¿SABEN...?

ACOSTUMBRO...
(COMO MUCHOS DE USTEDES TAL VEZ)
A CARGAR UN PAR DE GUANTES Y UNA MASCARILLA PORTÁTIL...
UN AMIGO ME COMENTO QUE ESO SOLO DEMOSTRABA...
INSEGURIDAD...
POR DESEAR QUE OCURRIERA ALGO... Y NO ESTAR PRESENTE...
ME PREGUNTÉ ¿SERA QUE DE VERDAD SOY TAN EGOISTA...?

FUERA DE SERVICIO HE ATENDIDO CRISIS CONVULSIVAS...
DESMAYOS, PELEAS CHOQUES, Y ATROPELLADOS...
Y DESPUES DE TODO ME HE PREGUNTADO...
¿SERÁ QUE SOY TAN EGOISTA...
POR CARGAR SIEMPRE MI PAR DE GUANTES Y MI MASCARILLA...?

SONRIO...
Y SÉ QUE YA TIENEN AL IGUAL QUE YO...

UNA RESPUESTA...

SI SAMIA, BIEN DICES A ESTA LOCURA...

UNA PASIÓN...
UN DESEO DE NO SER IMPAVIDO AL DOLOR HUMANO...
SE LO QUE SEA LO QUE NOS MUEVE...
ESTOY SEGURO DE ALGO..
SOMOS DE UNA ALEACIÓN MUY ESPECIAL...
SE CUELA UNO QUE OTRO... QUE NADA DEBE HACER ENTRE NOSOSTROS...
PERO AL FIN HUMANOS...
Y MIREN QUE SOMOS TANTOS...
QUE PARA BIEN O PARA MAL...
ES INEVITABLE...

TUM Jorge Amelco Miranda